domingo, 30 de mayo de 2010

Cuando enseñar es aprender

María del Pilar Sosa es una maestra embalseña que aceptó el desafío desde el año pasado de ir a ejercer su vocación en un lugar rural: el paraje llamado “Rodeo de los Caballos”. Este se encuentra ubicado en las Sierras Comechingones, a 34 kilómetros al oeste de Río de los Sauces.
Allí funciona la escuela Juan Pascual Pringles, la cual el año pasado, en mayo volvió a abrirse después de 15 años, por la ayuda del intendente de Río de los Sauces, Fabián Gigena, y por el reclamo de los lugareños.


Muchas dijeron que no, pero ella espero su momento y dijo si. Su cargo fue elegido por padrón, pasando por distintos pueblos hasta que llegó a Embalse y la llamaron. “Yo un poco sabia que se iba a dar esta posibilidad que estaba el trámite de ayuda a la escuela, así que rechace otras suplencias esperando que se diera esto. Tenia ganas de trabajar en las sierras”, afirma María del Pilar.
Sin dudas, esta gran experiencia la enriqueció, la hizo crecer y ver otra realidad.

Espacio de aprendizaje
Cada vez que viaja hacia la escuela tiene cuatro horas desde Embalse. Antes de llegar a la misma hay que pasar por otro paraje denominado Rodeo del Pozo. De este, son 5 kilómetros más y se encuentra el establecimiento. La forma de llegar cambia según la época del año, en invierno se puede caminar, pero en primavera-verano, se realiza en caballo por las lluvias que hacen aumentar el caudal del río.
Cuando llueve mucho se hace imposible dictar clases, porque la escuela se encuentra en el medio de un río, y al haber crecida los chicos no pueden cruzarlo.
María del Pilar permanece viviendo en la escuela de lunes a viernes y si puede transitar por el río se vuelve a Embalse.
La situación cuando llegó el año pasado era distinta: “La escuela estaba blanqueada. La Municipalidad de Río de los Sauces había limpiado el tanque de agua, había llevado un anafe, dos garrafas, un par de mesitas y dos camas con colchoncitos. No había pizarrón, ni tiza, ni luz, estufa, nada”, afirma Sosa.
La luz fue otorgada al mes de haber comenzado las clases, gracias a paneles solares que instaló el gobierno provincial.

Depende la mirada
Puede considerarse una ayuda social lo que realiza esta gran docente, mientras que ella lo entiende de otra manera. “El tema de ayuda al otro es relativo. Porque todo lo que es la función docente sea urbano o sea rural siempre tiene que tener una actitud de servicio. Pasa que en las escuelas de las sierras es más pintoresco. En las escuelas urbanas que pasamos al frente todo el tiempo pasan cosas que son de servicio, que son solidarias, que el docente se esta brindando y como son cotidianas no las vemos”.

Así mismo, expresa lo que significa esta experiencia. “El trabajo brinda una experiencia diferente, uno esta en contacto con otra realidad. Una experiencia que para uno es enriquecedora. Esta bueno esto de brindarse, pero también esta esto de recibir cosas y aprender cosas uno. En todo sentido la docencia tiene esto. Uno está enseñando pero también aprendiendo permanentemente”.

Educación integral
La pequeña pero no así menos importante institución cuenta con 6 alumnos de diversos lugares de la zona.
Al ser tan pocos la forma de trabajo con los educandos es diferente. “Tanto las ciencias sociales como las naturales se trabajan en forma integrada y a la vez en encuentro con otras escuelas. Lo que hacemos es trabajar las temáticas que se toman en todos los grados, en cada escuela, y después en los encuentros que se llevan a cabo una vez al mes o cada 45 días. Ahí se trabaja o se hace una puesta en común en trabajos más dinámicos con todos los chicos juntos. Entonces ya no te encontrás con 6 chicos, tenés 30”.
A su vez se tratan temáticas determinadas todos los años. “El año pasado se trabajo muy fuerte todo lo que fue culturas originarias. Este año no es que no se va a trabajar. Pero no se le va a poner toda la energía a eso porque son los mismos chicos los que lo van a trabajar. Estamos pensando en una primera etapa que tenga que ver con el Bicentenario y para la segunda etapa el cuidado del ambiente”.

Potenciando su identidad
Con diferentes escuelas de parajes de esa zona como Río de los Sauces, Huerta Vieja, San Francisco, San José y San Roque, se pusieron a trabajar en un proyecto llamado: “unidos por la identidad rural”.
“La idea es tratar esto que los hace diferentes, que no sea para menos. Porque siempre esta la postura del que va a colaborar, yo no le quito la buena voluntad. Muchas veces la visión de afuera es pobrecitos los chicos de las sierras. Hay cosas rescatables en los chicos de la ciudad, y muchísimas en las poblaciones rurales. Hacerles que reconozcan esa diferencia como una ventaja, no como una desventaja”, afirma Sosa.
La manera de vivir de los chicos de zonas rurales así como de zonas urbanas se refleja en sus gustos y en su práctica cultural. Así lo expresa María del Pilar de sus alumnos: “Entre un cuento y una película. Por ahí si quieren ver la película, pero si no le lees un cuento, te dicen: ¿qué pasa acá?”.

Necesidad de espacio
El establecimiento cuenta con un aula, una habitación con el baño adentro y lo que era una pequeña galería ahora se hizo cocina. La cuestión del espacio es una de las necesidades más urgentes. “El trámite para agrandar la escuela es bastante largo. Lo primero que vamos a hacer es la galería, porque no tenés donde dejar un vehiculo o donde dejar leña para que no se moje”, dice Sosa.
“Es muy necesario que haya un espacio más. Para que el aula quede libre solamente para aula y no se terminen guardando cosas en el aula”, agregó.
Además la idea que tienen es construir al lado un albergue para que los chicos puedan quedarse ahí por cuestiones climáticas. “Lo primero es construir para poder pelear que nos habiliten el albergue. Así como esta la escuela es imposible pedir albergue”, afirmó Sosa.
“Ya cuando se habiliten los albergues ya es diferente porque si o si la escuela tiene que tener dos docentes, y si o si la escuela tiene que tener cocinero y auxiliares de limpieza. No puede ser una sola persona con chicos a cargo las 24 horas”, agregó.
Gracias a la solidaridad de la gente y de grupos de motoqueros y aventureros de la zona y alrededores, es que la escuela pudo mejorarse. En el 2008 se realizó una gran travesía en la cual se alcanzo materiales imprescindibles para que los alumnos puedan estudiar. Este año los días 26 y 27 de marzo pudo concretarse la segunda travesía, partiendo desde Huerta Vieja hacia el paraje donde se sitúa la escuela trasladando los materiales donados para poder construir el albergue.

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