Unos minutos pasados de las doce, el locutor Alberto Roseli presento de manera impecable al artista santiagueño que con guitarra al hombro se acercó al micrófono y terminó el silencio con su canción más reconocida: luna cautiva.
Con las estrellas y la luna a su favor este músico con un estilo muy particular e influenciado deleitó al público por más de una hora y media, con canciones de nuevo disco y de anteriores. Siempre es la misma pregunta (se notó en la respuesta) sobre su estilo tan particular que tiene tantas influencias: “Hago música y la música me gusta. Si se que es una mezcla. Lo que pasa es que yo soy folclorista, tengo esas raíces y de ahí parte y hacia ahí va todo. Vengo del folclore, lo he demostrado comenzando con el repertorio antiguo, lo demás son sonidos que voy buscando”, aclaró.
“Yo tengo un sello que es mío, más bien personal. Es una mezcla de muchas cosas. Lo que si aporta es que pueda generar algo nuevo. Todo es como cíclico, es una bola que va girando y donde va mezclado muchas cosas, yo se que en lo que tocamos nosotros hay de Peteco, de Jacinto, de León Gieco, de toda la música que yo escuche de
Hablo sobre la comodidad que debe sentir el público en su show. “A mi no me gusta escuchar pedir palmas al publico desaforadamente porque no es mi estilo, no es lo que yo creo ni lo que siento que tiene que ver con mi forma de hacer música. Creo que uno lo disfruta como tiene ganas”, dijo.
Cuenta sobre el origen de su octavo disco llamado “Radio AM” que esta presentando en los escenarios que recorre. “Tuve ganas de hacer algo que tuviera que ver con mi origen, con las canciones que tocaban mis viejos, mis tíos, cuando yo era chico. Son las primeras canciones que yo he escuchado. Y se dio justo la unión que yo creo que mágica con la pianista cordobesa Elvira Ceballos, que es tan protagonista como yo del disco. Por eso es que en realidad estaba en principio pensado como proyecto netamente discográfico, no lo íbamos a salir a tocar. Dado que Elvira no es una persona que se pueda desplazar con facilidad por problemas físicos. Pero bueno se hizo una pequeña girita como para presentarlo, se hizo un concierto en Córdoba, un par en Buenos Aires, en Santiago y ahora lo vamos a presentar en Cosquín”, comentó.
“Hay canciones que son de origen tanguera en Radio AM pero yo no canto tango, es más me considero un pésimo cantor de tango. Lo que si yo siempre le he aclarado a la gente, por ejemplo balsesitos como la pulpera de santa lucia (que data de una historia de 1840) que lo toque, o flor de vino o cosita del cielo, son balses tocados por tangueros pero que acá en las provincias, los criollos lo han folclorizado. Entonces se encontró una nueva forma de hacer esa música, por ahí con influencias cuyanas y eso a mi me trajo muchos recuerdos, porque mi papá cantaba ese estilo y tocaba así la guitarra”, agregó.
Hablando de sus discos editados dice que no los considera exitosos sino son canciones que andan por las guitarreadas entre amigos.
Su próximo proyecto es presentar un disco nuevo que lo tiene abocado escribiendo canciones sobre viajes, que lo hará recorrer todo el país.
Apenas llegado de Carlos Paz, donde vive y se presenta de lunes a miércoles en el teatro. Cacho habló de todo con la prensa, como si fuera una charla entre amigos y agregando esa pizca de humor en las respuestas.
Asegura que no es la primera vez que vino a este festival pero no recuerda cuándo exactamente. “Lo que pasa es que hace tanto que no se si había Embalse cuando yo vine. No, vine hace varios años. Inclusive donde por ahí hemos venido de paseo también con la familia”, expresó.
Su show es un 99% de improvisación y así se notó arriba del escenario. “Por ahí si uno lo tuviera previsto, puede no ser efectivo también, puede no reírse la gente, he visto gente triunfar de memoria (risas) Yo tengo como una forma, como un estilo que se genero a partir de mantener la frescura, la espontaneidad, en cuanto a subir al escenario no tengo idea que voy a decir, que voy a hacer. Los músicos recién me estaban preguntando: subo la quena, subo el charango. Y les digo: lleva todo por las dudas. Pero replantearme nada, lo que si, en mi caso a través del tiempo me fui replanteando como necesito llegar hasta acá, hasta este momento antes de subir al escenario: tranquilo, descansado, de buena forma, contento que es la mejor manera de hacer su trabajo cada uno, de ir a trabajar contento, con gusto, así q me genero esas cosas durante el día”, expresó.
Del lado de esta improvisación está la seguridad en uno mismo y dejar de lado la rutina. “Casi siempre los inseguros son los otros porque no saben que van a hacer conmigo, adonde les voy a disparar yo. Son muy respetuoso del talento, de las capacidades de la gente con la que nos juntamos y por ahí tienen miedo, dicen: ¡este loco me va a dejar pegado! La idea es esa, a que salgas a encontrarte con lo diferente, con lo inesperado”, dijo.
Respecto a su salud dijo: “Estoy muy bien, gracias a dios. Salvo algunas cosas muy especificas como una operación de rodilla y un intento de operación de hombro. ¡Mira yo con un hombro! no me lo cree nadie, si tengo jodido el hombro o tengo una hernia. (risas) y me habré contagiado en algún lado esas cosas”.
En su show ha incorporado el canto, por esto comentó de su relación con
“Lo de Jairo para mi hace tanto tiempo, siendo chango prácticamente que me salga esa propuesta de hacer un espectáculo con Jairo, digo: ¡me van a matar las nenas de jairo! Y no. Nos acoplamos perfectamente por ahí de vez en cuando coincidimos en el escenario”, agregó.
Aseguró haber estado con el negro Álvarez, con Los Fronterizos, con el querido Gerardo López, con los Tucu Tucu y con Eduardo Gelfo.
El show de Cacho provocó risas en todo el público durante dos horas. “La idea de mi propuesta siempre es como para que la gente sea protagonista de la noche. Yo no vengo a trabajar de famoso, ni de protagonista, yo vengo a ser como un coach”, dijo.
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