martes, 8 de septiembre de 2009

Nuestros héroes voluntarios


El Cerro Pistarini y Villa Irupé fueron los focos más importantes. Los frentes que se registraban desde hace varios días pudieron ser controlados en un 90 por ciento. La gente se solidarizó, y algunos ayudaron a apagarlo. El 90% son intencionales. Todo el agradecimiento para los bomberos, que entregaron todo lo que pudieron para evitar una catástrofe.


La última semana de agosto fue increíble la cantidad de incendios en toda la provincia y en Calamuchita se hizo notar el fuego no sólo en Embalse, sino localidades vecinas como La Cruz, Villa del Dique, Rumipal y Santa Rosa.
Se produjeron focos en el barrio Villa Irupé y en el cerro Pistarini pero gracias al buen trabajo de los bomberos las llamas fueron controladas y extinguidas el lunes por la tarde. “Era un incendio fuera de control y no sé cómo explicarte, era feroz”, expresó Gustavo Arce.
Los bomberos estuvieron día y noche combatiendo el fuego, pero no estuvieron solos. La sociedad embalseña los apoyó, colaborando de diferentes maneras. “Venían a ver que nos hacía falta, si querían que fueran a apagar el incendio y bueno después se los iba derivando”, expresó Gustavo Arce. “Los bomberos voluntarios estamos muy agradecidos con la población en general, hubo chicos desde 13 años que venían al lado nuestro apagar el fuego, también gente mayor de 40 a 60 años. El fuego nos supero, pero detrás de esta desgracia, tuvimos la colaboración del pueblo; no solos pudimos detener el fuego sino todos los embalseños, y también a gendarmería, policía y gente de la Municipalidad”, dijo Luis Parejas.


Secuencia de hechos
La movida de los incendios en Calamuchita comenzó para los bomberos embalseños con el incendio en La Cruz. Así lo confirmó el encargado del área de comunicaciones, Gustavo Arce: “El día viernes a las 13.10 nos entró una llamada que había un incendio declarado en el basural de La Cruz. Salió una dotación, y ya estaba descontrolado el incendio por la influencia del tiempo, viento, calor, baja humedad. Se le pidió ayuda ahí nomas a Berrotarán, Los Cóndores y Almafuerte”. Estuvieron toda la noche para poder controlarlo.
“Al enterarnos que Embalse también estaba en problemas, pedimos autorización para retirarnos al jefe de bomberos de Berrotarán, que es quien estaba a cargo del siniestro en ese momento. Volvimos y nos encontramos con este desastre del Cerro Pistarini y parte de La Aguada de Reyes, tuvimos que pedir colaboración a bomberos de Almafuerte, Berrotarán y Los Cóndores, ellos tenían sus incendios también, una vez vencido el fuego de ellos nos dieron una mano”, dijo Luis.
“El día sábado me entró una llamada a las 15,30 acá en Villa Irupé que era un incendio declarado, se han quemado 4 hectáreas, que tuve que salir yo. Éramos poquita gente. Y ahí mismo alrededor de las 16 me avisa la policía que había otro incendio ya declarado en el cerro Pistarini”, dijo Gustavo.
“El sábado a la noche estaba en guardia de ceniza, el domingo cuando sale el sol, hay una hora que es critica que es de las 10 de la mañana hasta las 3 de la tarde porque la humedad baja y la temperatura sube. Entonces todas las brasas que quedan empiezan a cobrar vida. Tuvimos 3 incendios importantes y los controlamos el domingo a la noche, y por extinguido que es la última fase, que se da cuando se está seguro que no se va a volver a prender, lo dimos el lunes a la tardecita”, afirmó Martin Bustos, coordinador de la regional 5.

Bomberos cordobeses
En nuestra localidad no hubo que lamentar ni casas quemadas ni heridos graves, gracias a la entrega total de los bomberos y la ayuda de la gente. “El sistema a nivel provincial colapsó, y debe ser el sistema más importante a nivel país y nivel bomberil debe ser el de la provincia de Córdoba, por la experiencia, por los equipos y por el apoyo que tenemos. No hay provincia que este equipada como nosotros en incendios forestales”, dijo orgulloso Martin. Agregó: “Los bomberos de embalse también son parte de ese sistema, y también colapso. Pero no colapso tanto como en otros lugares. Nosotros siempre tuvimos respuestas. Es por eso que no tuvimos casas quemadas ni victimas que lamentar. O sea que colapso a medias, no como otros cuarteles”.
Por el humo y la escasa visibilidad fue interrumpido durante varias horas el tránsito vehicular. En ningún caso, se registraron personas lesionadas, daños materiales y animales heridos.


Miedo controlado
Se plantearon como objetivo que el fuego no llegara a las viviendas, que en ese caso se denominan incendios interfases. “Los dos grandes objetivos fueron que el fuego no llegara a Aguada de reyes, ni al barrio la Central”, expresó Martin.
El trabajo de los bomberos embalseños venía de hace tiempo bastante arduo. “Hace un mes que estamos con incendios importantes, en el caso mío que soy el coordinador de la regional 5, entonces en mi caso particular me demanda andar en todos los incendios que hay en la regional que son todos incendios importantes como el que tuvimos en Achiras, Las Albahacas, en Lutti tuvimos 5 días. En Berrotarán, Los Cóndores, le dimos una mano a la regional 7 en El parador de la montaña. Entonces como que la gente de Embalse venia bastante golpeada y los equipos también”, dijo Martin.
“Lo que se vivió nosotros estamos acostumbrados a eso. El desorden de las primeras horas, el pánico, el miedo a la gente, el miedo nuestro porque nosotros también tenemos miedo, el miedo es bueno porque es el que te mantiene a salvo, por más que la adrenalina ande a 200 mil por hora, el miedo es el que te mantiene a salvo y el que te dice metete o no”, afirmo Martin.

Fuego interior
Respecto al fuego que se produjo en Embalse, Martin expresó: “No ha sido tanto, sino ha sido lo virulento, lo violento y lo peligroso lo que más ha llamado la atención. Había llamas de 15 o 20 metros”, expresó Martin. Agregó: “Lo vivimos con mucha ansiedad por querer terminar rápido el incendio”.
El cuerpo de bomberos no contó con heridos graves, sólo un chico con principio de asfixia en el incendio de Berrotarán y otro que se quemó el pie, por arder su bota.
Se perdieron algunos elementos materiales nada más. “Tenemos muchas mangueras quemadas porque muchas veces tuvimos que abandonar la línea y salir corriendo porque sino nos quemamos con manguera y todo”, dijo Martin.

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